Dismetría de extremidades inferiores

Dr. CG García Fontecha
Actualizado abril 2014

 

¿Qué es la dismetría de extremidades inferiores?

Dismetría quiere decir diferente medida. Utilizamos el término dismetría de las extremidades inferiores cuando una extremidad inferior es más larga que la otra. Esta diferencia puede encontrarse en el muslo, en la pierna, en el pie o en todos ellos.

 

¿Cuál es la causa?

Un 10 % de la población tiene una extremidad más larga sin que exista una causa que lo provoque. En estos casos las diferencias de longitud son pequeñas (normalmente menores de un centímetro) y consideramos que son parte de las diferencias normales entre un lado y otro del cuerpo.

Sin embargo, en ocasiones existen enfermedades que pueden provocar un crecimiento desigual de las extremidades. Encontramos malformaciones congénitas (incurvación posteromedial de tibia, deficiencia femoral o peroneal), síndromes (hemihipertrofia, Proteus, Klippel-Trenaunay), secuelas de traumatismos (lesión de las zonas de crecimiento, antecedentes de catéteres femorales), algunas enfermedades propias de la infancia (enfermedad de Perthes, pie equinovaro) o incluso problemas musculares que pueden producir acortamientos asimétricos.

 

¿Cómo se diagnostica?

Cuando la diferencia es pequeña suele pasar desapercibida y sólo el pediatra, en la revisión normal suele detectarlo. Cuando la diferencia es mayor normalmente los padres notan asimetría en la pelvis o en el talle, o una marcha alterada. Si la dismetría está en el contexto de otras enfermedades, el pediatra deberá investigar si hay diferencia de longitud de las piernas y qué magnitud tiene.

La diferencia se pone de manifiesto en la exploración comprobando si existe inclinación pélvica utilizando un pelvistato. 

    

Inclinación pélvica por pierna derecha más corta (izquierda). Desaparición de la inclincación pélvica al colocar alza bajo el pie.

 

La colocación del niño tumbado hacia abajo con las rodillas flexionadas nos indica qué segmento (fémur, tibia o ambos) es el más largo.

La colocación del niño tumbado con rodillas flexionadas permite ver qué segmento es el más corto. En la foto, existe un fémur más corto y unas tibias de igual longitud.

 

 

¿Tiene repercusión?

 

Depende de la magnitud. Diferencias por debajo de medio centímetro no provocan problemas ortopédicos habitualmente. Diferencias hasta un centímetro son consideradas normales en el adulto, aunque en el niño pequeño representan proporcionalmente más alteración y en ocasiones requieren tratamiento.

Diferencias mayores provocarán un desequilibrio pélvico, un nacimiento oblicuo de la columna y una desviación compensatoria de la columna que llamamos actitud escoliótica.

 

¿Cuál es el tratamiento?

Diferencias por debajo de un centímetro que no provoquen actitud escoliótica sólo requieren control periódico para comprobar que la diferencia es estable y no aumenta con la edad.

Diferencias por encima de un centímetro y hasta 2-3 suelen tratarse colocando una plantilla (alza) en el calzado de la extremidad corta para igualar las longitudes de las extremidades y evitar la inclinación pélvica y la actitud escoliótica.

Diferencias por debajo de 5 centímetros pueden tratarse mediante técnicas de crecimiento guiado. Consisten en frenado temporal del crecimiento de la extremidad larga colocando unas placas especiales en las zonas de crecimiento de fémur, tibia o ambos. Estas placas se quitan cuando la extremidad corta ha alcanzado la longitud de la larga.

Diferencias mayores suelen requerir técnicas de alargamiento de extremidades.

 

Bibliografía

Stanitski DF. Limb-length inequality: assessment and treatment options. J Am Acad Orthop Surg. 1999 May-Jun;7(3):143-53.

 

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